martes, 22 de diciembre de 2009

La Anunciación del Convento de San Marco en Florencia. Fra Angelico. Hacia 1440.


La Anunciación del Convento de San Marco en Florencia. Fra Angelico. Hacia 1440.
Florencia era a comienzos del siglo XV una de las ciudades más ricas y dinámicas de Europa. Las grandes familias burguesas florentinas como los Medicis, Pazzi, Rucellai, Tornabuoni, Pitti y otras, propietarias de enormes fortunas gracias a sus actividades bancarias y comerciales, contribuirán al enorme florecimiento artístico que se va a producir en su ciudad. Algunos de estos artistas florentinos, influidos por la naciente cultura humanista que pretendía conciliar la fe cristiana y el conocimiento de la tradición cultural clásica grecorromana, volverán su mirada hacia dicha tradición para, inspirándose en ésta, crear unas nuevas formas clásicas que enfrentarían a la estética gótica hasta entonces imperante. Así, nos encontramos con las figuras de Brunnelleschi en arquitectura y las de Ghiberti y Donnatello en escultura.
En el campo de la pintura, la transformación, algo más tardía, se producirá ya en la tercera década del siglo XV con el protagonismo de Massacio.
Sin embargo, entre los pintores de esta primera generación florentina del Quattrocento debemos destacar también a Paolo Ucello y Fra Angelico.
Fra Angelico había nacido en una aldea toscana en 1390 y falleció en Roma en 1455. Abrazó la vida monástica, entrando a formar parte de los dominicos con el nombre de Fra Giovanni de Fiesole y supo compatibilizar esto con su actividad como pintor. De hecho, el nombre de Fra Angelico le fue otorgado por la temática religiosa de sus obras, la serenidad que transmitían éstas y la profunda fe que lo animaba. Seguramente se formó como iluminador (ilustrador) de libros religiosos pasando más tarde a pintar cuadros, retablos y frescos. Entre sus obras más conocidas están La Anunciación del museo del Prado, los frescos de las vidas de San Esteban y San Lorenzo en la capilla de Nicolás V en el Vaticano y los frescos del convento de San Marco en Florencia entres los que destaca la Anunciación que vamos a comentar.
En 1436, los Medicis encargaron al Arquitecto Michelozzo la restauración y reconstrucción del Convento de San Marco que ofrecieron a los dominicos. Entre los frailes que a resultas de ese ofrecimiento se instalaron en dicho convento se encontraba Fra Angelico. Además de realizar diversas imágenes litúrgicas y retablos, Fra Angelico pintaría en cada una de las 43 celdas de sus compañeros frailes un pequeño fresco relativo a la vida y la pasión de Cristo. En esta gran tarea fue asistido por ayudantes entre los que podemos señalar a Benozzo Gozzoli. Pero además, nada más subir al 1º piso del convento, dónde se encontraban dichas celdas, nos encontramos frente al fresco de la Anunciación que nos ocupa. Éste tiene unas dimensiones aproximadas de 2,50 x 3m.
La composición aparece dominada por la arquitectura nítida y rítmica de soportal en el que sucede la escena. Ccmo es habitual en el Quattrocento un cuidadoso dibujo es el constructor de la imagen pictórica.
En ella se emplean colores de una gama cromática muy amplia pero que armonizan con su leve saturación La escena parece tener una iluminación difusa que genera un delicado claroscuro y una suave sensación de volumen que junto con el ya comentado dibujo crea unas figuras delicadas y dulces de contornos fluidos y apariencia ligera del Ángel y la Virgen, que entroncan con las también delicadas figuras del gótico internacional cuya influencia en Fra Angelico es evidente.
Sin embargo, otros elementos determinantes alejan esta imagen de la estética gótica y la sitúan en la del Quattrocento:
-La ya mencionada claridad compositiva, basada en los ritmos de la arquitectura representada y que afecta incluso los árboles del fondo que parecen repetirse pautadamente con unas formas que parecen más las de un jardín modelado por el hombre que las de un bosque
-Esta misma arquitectura de formas nítidas, sencillas y desnudas cuyos elementos (Columnas clásicas de capiteles corintios en la columnata paralela al plano del cuadro y jónicos en la perpendicular a éste o los arcos de medio punto que sostienen) evocan las del Renacimiento y en especial los soportales del claustro que Michelozzo estaba realizando en el propio convento.
-El empleo de la perspectiva cónica frontal para representar de un modo coherente el espacio y las relaciones ente las figuras representadas y éste.
- La idealización de las figuras y rostros del ángel y de la Virgen y la contención expresiva de éstas.
Fra Angelico, llevado por su devoción mariana, trató en numerosas ocasiones el tema de la Anunciación y en éstas vemos como suelen aparecer en el jardín del fondo las figuras de Adán y Eva siendo expulsados del Paraíso terrenal. Así, se aludía a estos como los que hacen recaer sobre la humanidad el pecado original y a la Virgen que al traer a Cristo al mundo nos libera del pecado.
Sin embargo, Fra Angelico en este caso no representa a Adán y Eva ya que parece querer poner el acento en el mismo momento de la Anunciación. La claridad y austeridad de la imagen parecen también evidenciar esto. Además, para resaltar esto, Fra Angelico se deja de excesivas minuciosidades y sólo se las permite en el tratamiento del ala del ángel o en las algo estereotipadas plantas del jardín.

Todas estas características han hecho de esta imagen un símbolo no sólo de la pintura de Fra Angelico sino de toda la pintura quattrocentista florentina. La misma delicadeza en el tratamiento de las figuras marianas tendrá su continuador en pintores como Fray Fillippo Lippi hasta evolucionar en los modelos de Perugino, ya a finales del siglo XV, y de Rafael, a comienzos del Cinquecento.

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